Drive (La sorprendente verdad sobre qué nos motiva) de Daniel H. Pink desmonta el enfoque tradicional de la motivación basado en recompensas y castigos, apuntando que ese modelo solo funciona para tareas mecánicas. La investigación muestra que para trabajos complejos y creativos, incentivos extrínsecos suelen perjudicar más que ayudar. Pink propone un nuevo paradigma —Motivación 3.0— centrado en tres pilares: autonomía, maestría y propósito. Las personas motivadas intrínsecamente triunfan cuando tienen control sobre cómo trabajan, un entorno que les permite mejorar continuamente y un sentido de que su labor aporta algo significativo.

Es recomendable para la gestión de equipos porque ofrece un marco para construir entornos donde la gente rinde mejor por convicción interna, no por presión externa. Ayuda a los managers a enfocarse primero en asegurar condiciones básicas justas (salarios adecuados), luego cultivar autonomía real, favorecer el desarrollo continuo de competencias y conectar el trabajo diario con una misión mayor. Implementar estas ideas puede transformar un equipo de obedientes cumplidores en uno de colaboradores apasionados, creativos y comprometidos con los objetivos del grupo.